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Brazing

Soldadura Brazing 

El patito feo de las soldaduras no es el método brazing
El patito feo de las soldaduras no es el método brazing

La soldadura Brazing en ocasiones ha sido considerada en algunos sectores profesionales afines como una pseudo soldadura, debido a que no se produce la fusión del material base como sí ocurre en métodos tradicionales de unión por arco eléctrico como SMAW, GTAW o GMAW. De hecho en determinados círculos al hablar de soldadura blanda o fuerte es posible que alguien arda en deseos de corregir tal acepción, indicando a su vez que no es un proceso de soldadura, sino más bien, un método de unión que se acerca más a los adhesivos que a las propias soldaduras.

Todo esto es comprensible desde la perspectiva de un soldador por arco eléctrico, o "pro arco", si nos apuramos, ya que, las soldaduras por arco eléctrico son conocidas como soldaduras en estado líquido, ya que tanto el metal base, como el metal de aportación se funden durante el proceso de unión.

No obstante, no tiene que porque ser absolutamente necesario ni imprescindible que una unión se realice en estado líquido para que esta sea perfectamente válida. Todo depende de múltiples factores, principalmente las características de los materiales a unir y el tipo de uso que se les va a dar.

Por ejemplo, al unir estructuras de materiales férricos, es perfectamente lógico que estas uniones se realicen por fusión, porque las uniones en estado sólido consiguen uniones con muchas similitudes a las que cabría obtener de una proceso de fundición, en el cual se logra un resultado similar a una pieza fabricada por fusión en un molde. De esta manera se consiguen materiales que tienen un excelente desempeño ante esfuerzos de torsión, compresión o tracción.

Lamentablemente, no todo es perfecto en este tipo de uniones tan resistentes y duraderas. Esto es debido a que, la necesidad de fundir, y fusionar el material base y el material de aporte limita las posibles uniones heterogéneas, por una simple cuestión; la compatibilidad de materiales disímiles en estado líquido; principalmente por sus diferentes puntos de fusión.

Así las cosas, la metalurgia tiene restricciones, y aunque en muchos casos se pueden conseguir uniones disímiles, a priori extrañas, gracias en parte a procedimientos metalúrgicos, como los procesos térmicos previos y posteriores a las soldaduras, en la mayoría de los casos son las aleaciones de los materiales de aporte los que tienen la clave.

Sin embargo, la soldadura brazing permite realizar soldaduras de materiales disímiles con mayor facilidad. Esto es gracias a que la unión se realiza sin fusión de los materiales base. Únicamente se funde el material de aportación, que suele ser un material diferente a los materiales base. La unión con este proceso se realiza gracias a un proceso de coalescencia, en el cual, gracias al aporte de temperatura por debajo del punto de fusión de los materiales base, pero superior al material de aporte se licua el mismo,  repartiéndose por capilaridad entre los intersticios del material, rellenando los diminutos huecos entre los materiales, para que una vez que se enfríe y solidifique el aporte, quede la unión sólidamente fijada.

Todos sabemos que los materiales nunca son perfectamente lisos, es decir, sin rugosidad. Cualquier material observado al microscopio tiene un cierto grado de rugosidad, mayor o menor en función de su tratamiento, pero nunca totalmente liso. Sirva como ilustración la siguiente imagen.

Rugosidad

En la soldadura Brazing, los intersticios que conforman las rugosidades que tienen todos los materiales se rellenan con el material de aporte, y cuando este se solidifica queda un material sólido que ocupa todas las rugosidades. Teniendo en cuenta la forma irregular que presentan estas estructuras microscópicas, es muy intuitivo suponer la dificultad de extraer dicha unión, ya que la misma está sujeta a múltiples fuerzas de rozamiento. Además, estas rugosidades forman cavidades que pueden ser más amplias en su base que en su copa, por lo que, el material puede acceder en estado líquido, pero no puede salir en estado sólido una vez solidificado, sin romper el material base. En el fondo es como intentar sacar una llave de una cerradura una vez que la llave se ha girado; es imposible a no ser que rompa la cerradura.

No obstante, las principales diferencias entre la resistencia de las soldaduras no tiene verdadera relación con que estas sean con o sin fusión, sino más a la cantidad de material que hay en la unión. En este sentido, la fortaleza de una determinada unión la da la profundidad de la unión, y no que esta se haya realizado en un proceso de estado sólido, líquido, o una mezcla de ambos; heterogéneo (sería el caso de la soldadura Brazing). Este es el motivo fundamental por el que las soldaduras con arco eléctrico que tienen que unir materiales con un grosor importante, tienen que tener un chaflán, para que la unión recoja todo el material base.

En la soldadura por capilaridad no es necesario realizar chaflanes, ya que el proceso de capilaridad es el encargado de repartir el material base por toda la superficie de la unión. Ese es el motivo por el cual no es habitual realizar chaflanes en uniones de soldaduras brazing, y sí en soldaduras por arco.

Otra particularidad interesante que tiene la soldadura brazing, es la posibilidad de realizarse como un proceso de montaje en cadena, gracias a hornos de cinta. En los hornos de cinta se colocan todas la piezas sobre una cinta móvil que circula hacia un horno. De esta forma, el proceso se encuentra completamente automatizado en lo que respecta al proceso, y a las temperaturas; con lo que los resultados están estudiados y pueden sistematizarse para mejorar los resultados físicos del producto y optimizar el proceso de fabricación. En este proceso los resultados no dependen de la pericia del soldador de turno, sino del estado de la maquinaria y de los parámetros que haya habido durante el proceso, por lo que los defectos tienen un alto grado de trazabilidad y eso permite ofrecer mayor fiabilidad y calidad a un menor coste.

Por lo que hemos visto, el proceso es tan intuitivo como pudiera resultar una panadería industrial, tal y como se observa a continuación.

Por todo ello, la soldadura brazing es una soldadura polivalente, versátil, pero sin embargo, como se apuntaba al principio de este artículo, no cuenta con el favor de las opiniones de algunos profesionales del sector de la soldadura. ¿Quizás la soldadura brazing sea como el patito feo?

Posiblemente sea como el patito feo, independientemente de que pueda unir materiales disímiles complicados como aluminio y cobre, entre otros muchos, y ser realizado sin necesidad de operarios expertos en soldadura, ser fácilmente realizado en procesos industrializados automatizados, estudiar los parámetros del proceso y ofrecer una alta calidad a bajo precio.

O quizás el patito feo sea como un cisne blanco, juzguen ustedes mismos.

Recuerda que en la diferencia está la virtud, y que no por ser diferente se tiene que ser el patito feo.

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